Me encanta contar historias
Estamos hechos de historias¡¡¡
Y la mía o parte de ella ya está aquí,
y casi agotada la primera edición de este proyecto creativo, que empezó a sentirse en el año 2015, y que ha visto la luz justo casi una década después. Un proceso creativo con pandemia incluida.
Lo mejor ha sido la creación, así como resolver toda la parte técnica, ya que quería contar las cosas de otra forma, no me servía una publicación al uso. Mi verdadera intención era y es, acercar la ciencia y lo que contiene nuestro sistema de biodanza, al arte, hacerlo mas comprensible desde una imagen, un verso, un cuento contado… y así comenzó a rodar mi experimento por las escuelas… hasta que llegó el momento de aterrizarlo y darle forma: la primera fué a través de la arcilla, así nace mi escultura metafórica y creativa del Modelo Teórico de Biodanza.
Y después del barro, se convirtió en cuento, y más tarde a performance… hasta que al pasar al papel se convirtió en poesía.
Un poema lleno de metáforas, que habla sobre la vida, sobre el modelo ontogénico en el que se convierte nuestro modelo teórico de biodanza, ya que habla, sobre todo de la vida.
Por ello cualquier persona, puede entrar en el poema y sumergirse en el.
Claro está, que a quienes danzamos, nos resuena, nos hace participes de esa musicalidad de las metáforas, de su mensaje. Pero insisto, es un acercamiento del arte a la ciencia, o al revés. Y ahí todas las personas nos podemos sumergir.
Todo lo demás depende del lector, escuchar mi voz, leerlo, dejarse impregnar por el poema visual, o descubrir el baile de números que acompañan los versos. Incluso bailar con el, o acompañarse de el en la nevera, o en la propia pared.
Leerlo de arriba abajo, o de abajo arriba… incluso y porqué no, en circulo.
Y estoy feliz.
Autoeditarme está siendo una aventura.
Y montar uno a uno todos los hilos y «no paginas» de esta publicación, la verdadera locura. Locura que en redundancia, me cura.
Otro tema fue buscar y encontrar una artista que me ayudara «a dar luz y papel» a todo este atrevimiento, y no ha sido fácil, pero ha sido maravilloso trabajar con Ana Raquel Leiva y lo ha conseguido, entendía perfectamente mi sentir.
Así como una imprenta que me llene la casa de cartones coloreados y pegamentos diversos, para comenzar a danzar con ellos hasta coserlos y pegarlos con hilos dorados, para comenzar de nuevo a danzar. Gracias Uba por tu dedicación.
Y en otro capitulo contaré por donde andan «mis hilos queridos» que de apoco viajan a otros pueblos e incluso a continentes y me cuentan cosas, y tiene vida propia en otras manos en otra voz.
Y desde aquí, sigo soñando con otros mundos contados de otra forma, para transformarlos.
Sigo sintiéndome un poema inacabado…